la depresión puede afectar al conductor

¿La Depresión puede Afectar al Conductor?

¿Cómo afecta la depresión en la conducción?

La depresión puede afectar significativamente a la conducción ya que una de las características fundamentales de la depresión es la reducción de conductas que estaban reforzadas de manera positiva además de un incremento de comportamientos de evitación o escape a estímulos desagradables por lo que, tanto si nos gustaba conducir y era una fuente de distracción y relajación como si nos ocasionaba rechazo de algún tipo, va a afectarnos a la hora de ponernos al volante.

La depresión es un gran enemigo

Algunos síntomas de la depresión, como la baja autoestima, la desesperanza o la pérdida de interés general por el medio que les rodea hacen que la persona experimente desgana y angustia por la realización de las tareas diarias como la conducción además la falta de concentración, de descanso e irritabilidad afectan a la atención del conductor disminuyendo drásticamente su capacidad para percibir lo que le rodea y aumentando el tiempo de reacción de respuesta al verse comprometido el procesamiento de la información del conductor/a por lo que las capacidades para adaptarse al entorno de la carretera continuamente cambiante se verá afectado dado el mal funcionamiento de la selección de las acciones a realizar, la codificación, el mantenimiento, almacenamiento, recuperación y toma de decisiones de los estímulos presentes en el medio.

En general, la información que tiene la persona sobre sí misma y sobre el mundo que le rodea incide sobre los comportamientos y las emociones de la propia persona generando distorsión a la hora de procesar la información de la que dispone. Las distracciones son mucho más frecuentes ya que la persona deprimida experimenta un encerramiento en sus pensamientos internos, con ideas recurrentes negativas que interfieren en la tarea de conducción. En ocasiones la persona que padece de depresión piensa en el suicidio, deseando no despertar de sus pesadillas y acabar con su sufrimiento para siempre. Esto incrementa las posibilidades que la persona pueda sufrir un accidente con lesiones graves o incluso la muerte, poniendo en peligro no solo la salud del conductor sino la de los demás pasajeros y conductores que se encuentren en la carretera.

fármacos en el uso con la depresión

Información sobre el uso de fármacos

Hay muchos fármacos que se prescriben para el tratamiento e intervención de la depresión que pueden afectar a la capacidad de conducción sobre todo cuando se está comenzando el tratamiento ya que, por lo general, además de encontrarse padeciendo con mayor intensidad y frecuencia los síntomas, el organismo ha de adaptarse a las sustancias, pudiendo estas ocasionar efectos adversos como exceso de somnolencia, confusión, disminución de la capacidad de reacción y de los reflejos, temblor, taquicardia, mareos, vértigos o problemas gástricos entre otros, por lo que a la hora de renovar nuestro permiso o licencia de conducción si se está con toma de medicación para combatir los síntomas, habrá que disponer de un informe del médico que nos ha recetado los fármacos indicando los efectos secundarios que éstos puedan llegar a producir cuando estamos al volante.

Les recomendamos evitar la autoadministración de fármacos e informar a su médico o especialista en salud mental de referencia sobre la toma de medicación y los efectos que pudiera tener a la hora de ponernos al volante, además de realizar descansos continuos cuando se va a conducir durante varias horas.

Consejos

Si se encuentra en un momento de su vida que está experimentando sensaciones intensas o de falta de control sobre sus actividades cotidianas lo más recomendable es evitar conducir. También es muy importante cuidar la alimentación y la toma suficiente de agua para tener el organismo hidratado evitando comidas copiosas y el exceso de refrescos o bebidas estimulantes.

Por último le recomendamos que si cree que está padeciendo algunos de los síntomas de la depresión como un estado de ánimo bajo gran parte del día, falta de interés o placer por casi todas las actividades que le producían bienestar, mala higiene del sueño, gran esfuerzo para concentrarse o en la toma de decisiones y/o sentimientos de culpa o inutilidad consulte a un especialista de la salud mental para que le indique las pautas de intervención más adecuada según las características idiosincrásicas particulares y lleve una supervisión periódica de su caso.